viernes, 16 de diciembre de 2016

ENCUENTRO CON BLANCA RIESTRA, PREMIO DE NARRATIVA TORRENTE BALLESTER

A pesar de que me encuentro en un mes en el que apenas puedo sacar tiempo debido al trabajo, intento dejar espacio para acudir a algúna presentación literaria o, como el caso que hoy os traigo, algún encuentro interesante. El pasado martes, organizado por Pepa Muñoz Escudero y con la colaboración de Alianza Editorial, nos reunimos en el Espacio Leer con Blanca Riestra, ganadora del XXVII Premio de Narrativa Torrente Ballester con su novela Greta en su laberinto


Los que estuvimos en el encuentro, que habíamos leído la novela previamente, teníamos ciertos sentimientos encontrados con ésta, ya que no es una novela con una temática habitual y su ténica narrativa resulta diferente. Quizá, como se expuso en la charla con ella, no sea para todos los públicos y haya lectores que tengan problemas para entenderla, pero sí coincidimos en su originalidad y en su habilidad para crear un universo distinto, una distopía basada en la teatralización de la vida pública. Pero es, como Blanca señaló, sobre todo una novela de vampiros, aunque vampiros que tienen poco que ver con los que conocemos o con los clásicos.

Nacida en La Coruña, Blanca tiene ya un amplio bagaje como escritora, con un buen número de obras publicadas. Con su segunda novela, La canción de las cerezas, ganó el Premio Ateneo Joven de Sevilla en 2001. Vivió durante varios años en Madrid y trabajó como crítica literaria en el Blanco y Negro Cultural, como articulista de opinión para La Voz de Galicia y de viajes en El País y El Mundo. Entre 2005 y 2007 dirigió el Instituto Cervantes de Albuquerque, Estados Unidos. Actualmente es profesora universitaria en La Coruña.  


Lo primero que nos contó Blanca es que había disfrutado mucho escribiendo Greta en su laberinto. Le gustó jugar con los géneros, con lo siniestro, con Madrid. El Madrid que refleja aquí no es el actual sino el de un futuro que ya se está forjando por todo lo que lleva sucediendo desde hace tiempo. Se mostró convencida de que vivimos en una especie de circo, en una sobreexposición, en el que los medios de comunicación y las redes sociales mandan. Por todo ello escribirla fue un poco una "gamberrada" con cierto toque canalla. La novela tiene mucho que ver con la crisis económica y social en la que llevamos inmersos los últimos años, con las movilizaciones del 15M de Sol y con esa sensación actual de que todo se va a pique.

Los protagonistas son individuos perdidos porque se ha olvidado por completo el sentimiento de comunidad, por eso se mueven en el colmo del desengaño. Ya no creen en nada.  

Uno de los comentarios que se hicieron es que la novela provoca cierta sensación de que los capítulos pueden ser leídos de forma individual. O releerlos para formar una imagen de conjunto. Blanca aseguró que no es consciente de esa peculiaridad pero que es factible porque en realidad todos los capítulos y todo lo que sucede va encaminado a un final que redondea todo y que explica todo

Acerca de la idea de la que surgió la novela, nos dijo que fue gracias a la relectura de un cuento de Marguerite Yourcenar, El tiro de gracia, que es la historia desgarradora de un triángulo amoroso marcado por el signo de la muerte. Es un cuento que expresa muy bien el final de una época y está desarrollado como una tragedia clásica en un ambiente muy opresivo y fantasmal. También reconoció que le influyeron mucho las películas de vampiros, que le encantan, y su inmortalidad, que ellos ven como una maldición.

Su primer interés al empezar a escribirla fue crear un mundo compacto que absorbiese al lector. Crear un universo que funcionara en sí mismo. Quería también reflejar la sociedad actual, el modo en que vivimos que no deja de ser una sociedad teatral en la que importan sobre todo las apariencias. El Madrid (Agar en la novela) que nos encontramos está deteriorado, es catastrófico. Realmente no es un retrato fiel de la ciudad porque es un Madrid diferente al actual y al que conocemos. 


Preguntada acerca de cómo escribió la novela, cómo se planteó su desarrollo, Blanca nos explicó que realmente empezó por el principìo, por la parte de Nación que es la que más tiene que ver con el relato de Yourcenar y después pensó que Nación debía estar cerca de una gran ciudad apocalíptica. Lo que resultó fue algo realmente compacto, por eso decidió subdividir la trama para que no resultase complicado de leer. No escribe linealmente, a veces vuelve para atrás y añade cosas o las corrige. Escribir Greta en su laberinto le llevó un año, aunque lo alternó con su trabajo, su familia  y las correcciones necesarias del texto. 

Como suele ser habitual, Pepa lanzó la pregunta obligada: además de la escritora ¿quién es Blanca Riestra? Creo que no se esperaba la pregunta porque, entre risas, apenas pudo definirse como una persona que escribe, que da clases en la universidad y que ha trabajado en distintos medios. Cuando quiere terminar una novela, cerrar bien una historia, no tiene horarios para escribir. Intenta hacerlo siempre que puede aunque con las interrupciones lógicas.

Comentamos también algunas de las razones que el jurado dio para otorgarle el premio. Se incidió mucho en la fuerte crítica social que supuestamente contiene aunque Blanca confesó que su intención original no era esa. No quería hacer una crítica social ni moral aunque reconoció que, personalmente, ella es pesimista, cree que el mundo es bastante catastrófico. En la novela subyace una visión de lo que es nuestra España pero no ha pretendido dar una visión reformista. Greta en su laberinto no es una fábula moralizante sino una distopía descriptiva. Lo cierto es que le resultó complicado describir a Madrid, una ciudad que conoce muy bien, pero con la perpectiva de una ciudad devastada y de los personajes, tan distintos. En ese Madrid-Agar hay un poco de la película Blade Runner, al igual que los vampiros protagonistas tienen muchas similitudes con los cinematográficos. 

Ello nos llevó a comentar que en la novela es fácil encontrar esos paralelismos con el mundo del cine. Algunos rasgos de Los juegos del hambre en esa exposición a los medios, la sed de los vampiros de Blade, el mundo devastado en el que hasta la geografía cambia de tantas cintas de corte postapocalíptico. Finalmente estuvimos de acuerdo en que, aunque la novela resulta cuanto menos peculiar, una vez que nos metemos en el argumento la lectura se hace más intensa hasta desembocar en un final inesperado pero que redondea y da explicación a todo lo que hemos vivido junto a Greta


Conocer a Blanca Riestra y la charla con ella fue una ocasión cálida, en la que la conversación fluyó de forma amena. Una agradable sorpresa, ya que personalmente nada sabía de ella como autora, que hará que lea alguna obra suya más. Gracias a Pepa Muñoz Escudero por organizar el encuentro y a Alianza Editorial por facilitarlo, ha sido todo un placer.



3 comentarios:

  1. Vaya. Me parece una novela muy interesante, aunque por la temática y lo que cuentas no me veo capaz de leerla ahora mismo.
    Estupenda crónica, como siempre.
    Besos

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  2. "Vivimos en una especie de circo, en una sobreexposición, en el que los medios de comunicación y las redes sociales mandan", en mi opinión una gran verdad. Lo cierto es que los encuentros con los escritores siempre son muy gratificantes.
    Un besin

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  3. Ya sabes que me lo perdí, pero la verdad es que tenía mucha curiosidad por conocer a la autora. Me ha dejado un poco muerta lo de las similitudes con "Blade runner"; con razón se me hizo tan cuesta arriba leerla, si se parece a esa película, que tampoco he conseguido ver sin bostezar, ahora me lo explico todo...

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